Se avecina tormenta
- ·Eva Cerezo
- 29 ago 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 5 sept 2020

Hace dos, la de 21 estaba soñando.
Una tormenta que entraba por el archipiélago.
Continuaba con malas venideras.
La voz por frecuencia que no paraba.
En mitad de un trance, un avance.
En otra parte del globo,
con nombre extraño,
en una imagen,
en un mapa,
un suceso no recordado,
a la misma vez que en la Isla,
estaba pasando.
Un incendio lo alarmó,
y al igual que el aire,
la sociedad se infectó
A su confidente se lo contó,
la jornada anterior.
Presintiendo, sin saberlo,
Que el momento llegó.
Cuando lo vives, lo sientes,
este espacio, lo conoces.
Un parálisis, un aviso.
Un suceso, un dueño,
Qué miedo de sueño.
La voz de radio que no callaba,
el miedo de no saber qué pasaba.
Quién sabría que años después,
ese mal trago, al mundo acechaba.
Y si no entienden, que entiendas,
que no entender, es miseria.
Misericordia De Dios, que avisó
Pero no concretó. Y no evitó.
Destino irremediable, que ya,
desde hace siglos,
era contable.
Ni sílabas,
ni un nombre,
que las fuerzas del futuro,
en la oscuridad se esconden.
𝑬𝒗𝒂 𝑪𝒆𝒓𝒆𝒛𝒐
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